
👟 Cómo elegir correctamente los primeros zapatos para tu peque
Elegir los primeros zapatos de tu hijo parece fácil… hasta que te das cuenta de que hay mil modelos, todos prometiendo “sujeción”, “estabilidad” o “ayudarlo a caminar”.
Y claro, una mamá o papá solo quiere lo mejor, pero el 97% se equivoca al comprar el primer zapato (sí, casi todos 😅).
No es culpa de nadie. Nadie nos enseña cómo hacerlo. Por eso, aquí te cuento qué mirar y qué evitar cuando llegue el momento de elegir sus primeros zapatos.
🧡 1. Espera el momento adecuado
Los zapatos no ayudan a caminar antes.
Caminar es un proceso natural del cuerpo, y cada peque tiene su propio ritmo.
De hecho, el 96% de los niños da sus primeros pasos entre los 14 y 16 meses, no al cumplir el año.
👉 Recomendación Owa:
Zapatos solo cuando el peque ya camina 10 pasos seguidos y estables por sí mismo.
Antes de eso, nada de botitas ni “preandantes”: basta con calcetines antideslizantes o mocs suaves para proteger del frío o el suelo.
👣 2. El calzado debe parecerse a ir descalzo
Un zapato no debería “dar estabilidad”, “controlar el movimiento” ni mantener el pie firme como si lo ferulizara. Lo que realmente necesita el pie es moverse en todas las direcciones, doblarse, flexionar los deditos y sentir el suelo bajo cada paso.
Los zapatos rígidos o con estructuras duras bloquean ese aprendizaje natural y hacen que el cuerpo compense, volviéndose más torpe y menos coordinado.
👉 Recomendación Owa:
El zapato debe acompañar el movimiento, no limitarlo.
Si puedes doblarlo y retorcerlo fácilmente con una mano, es buena señal 👣.
💡 3. No necesita zapatos “formadores”
Durante los primeros años, el pie del niño es plano por naturaleza. Ese arco que tanto preocupa a los adultos se forma solo, conforme el peque crece, camina y fortalece su musculatura.
Por eso, los zapatos con plantillas con arco, refuerzos laterales o suelas “ortopédicas” no ayudan: al contrario, interfieren con el desarrollo natural del pie y pueden debilitarlo.
👉 Recomendación Owa:
Evita todo lo que prometa “formar el arco” o “dar soporte”.
El pie no necesita que lo corrijan, necesita que lo dejen hacer su trabajo 👣.
🦶 4. Menos zapato, más sensación
Durante los primeros pasos, el equilibrio se construye desde el suelo. Por eso, cuanto más pueda sentirlo, mejor aprenderá a caminar. Las suelas gruesas solo entorpecen ese aprendizaje.
👉 Recomendación Owa:
Busca suelas finas que permitan al pie sentir y responder.
Caminar se aprende con los pies… no con el zapato.
🌱 5. Elegir bien es elegir salud
Un buen zapato no solo se ve lindo: acompaña el desarrollo natural del pie.
Cuando lo sabes, nunca más vuelves a elegir igual.
Los pies sostienen todo su cuerpo, su equilibrio y su libertad.
Y darles un zapato que los respete, es una forma de decir:
“Confío en tu ritmo, en tu cuerpo y en tus pasos.”